Con un Estadio San Marcos vibrando al máximo, Linkin Park regresó a Lima con su gira From Zero, marcando una nueva etapa en la historia del nu metal. La agrupación estadounidense, liderada ahora por Mike Shinoda y la vocalista Emily Armstrong, ofreció un espectáculo cargado de energía, luces, nostalgia y conexión con un público que esperó más de una década para corear nuevamente sus himnos.
Desde el inicio, la potencia visual y sonora marcó el tono del concierto. Armstrong, firme y carismática, conquistó al público con su voz y presencia escénica en clásicos como New Divide e In The End, donde el estadio entero acompañó las partes que alguna vez interpretó Chester Bennington. La emoción se mezcló con la intensidad: bengalas encendidas, pogos multitudinarios y un Shinoda cercano, que incluso detuvo el show para compartir un momento con un niño del público, gesto que fue ovacionado por todos.
La noche se cerró con Faint, Heavy Is the Crown y Bleed It Out, en medio de confeti, luces y una euforia colectiva que reflejó el renacer de una banda que, pese al paso del tiempo y los cambios, sigue encontrando nuevas formas de conectar con su público. Linkin Park volvió a Lima demostrando que la llama del nu metal sigue viva, encendida por la energía de sus fans.



