Veintiséis internos pertenecientes a diversas organizaciones criminales fueron trasladados desde el penal de Juliaca, en Puno, hacia el establecimiento penitenciario de Challapalca, en Tacna. La medida, ejecutada por el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), forma parte de la política nacional de seguridad penitenciaria impulsada por el Gobierno, que busca fortalecer el control y disciplina dentro de los centros carcelarios.
Entre los reclusos trasladados figuran integrantes y cabecillas de bandas como “La nueva generación del crimen”, “Los injertos de Lima”, “Los broches de Puerto Pizarro” y “Los canallas de La Esperanza”, entre otras. Según el INPE, varios de ellos registraban sanciones disciplinarias y representaban un alto riesgo para la seguridad interna del penal. El operativo se realizó bajo estrictos protocolos de seguridad, con apoyo de las fuerzas del orden.
La institución precisó que este traslado es parte del proceso de reordenamiento penitenciario en la región, cuyo objetivo es restablecer el principio de autoridad y evitar que los internos continúen dirigiendo actividades delictivas desde las cárceles. Con esta acción, la Región Altiplano Puno se convierte en la primera del país en aplicar el nuevo régimen penitenciario, que prioriza el control, la disciplina y el orden en el sistema carcelario nacional.


                                    
